
siempre será
la propia luz
la que me indique
la senda.
a seguir.
A Fraga y a Zenite


captar cómo
resbalan las lágrimas
por las mejillas
mientras el agua
cae sobre la rosa
es un acto de dádiva
único.
sólo visible
a los ciegos
y a los que ven
cerrados los ojos.
y si la amistad fuera,simplemente,contemplar al unísonoel mismo paisaje?

la más dulce prisión:
cuéntale
cántale
susúrrale
mientras dure.

no sé
no sé ya, si sus manos
identificarían mi piel.
tanto tiempo extrañada.