Ermita
Mi padre con una novia (Años 40)
Tsl vez porque es octubre, tal vez porque hoy es día cinco y cumplirías 92 años. O tal vez, porque ayer volví a pasar por aquél camino verde que, por el valle, te conducía a la ermita, a tu ermita, al Cristo..., hoy, padre, te recuerdo especialmente, porque además, en tu querido pueblo, ayer, por la tarde, todavía calentaba el sol, se celebraba la fiesta del Ofertorio y ésta era tu fiesta favorita porque era un día de encuentro con toda la familia, con los amigos, con los paisanos, y en el ambiente se respiraban paz y armonnía.
Sin duda, era el Ofertorio tu fiesta favorita porque se vibraba y sentía al unísono, allí, en los aledaños de la iglesia, donde todos mirábamos hacia el Ramo, colorista como un bodegón viviente y natural, magnífico, en el que se exhibían parte de los frutos recolectados, amorosa y primorosamente enlazados a las roscas de anís de las que se colgaban las doradas uvas, los carnosos y bruñidos pimientos rojos, las manzanasssss y los membrillos. Tampoco faltablan los licores como el patriótico anís o el exótico cognac, hoy, imagino, sustituido por los afrutados orujos.
Y tu hermnosa sonrisa, para esas ocasiones, lucía exprsamente mientras pujabas por la rosca más hermosa, para, una vez conseguida, trocearla y repartirla entre los más pequeños.
Por todo lo que representan estas ancestrales celebraciones de octubre, hoy, padre, se ha agudizado tu presencia en mis recuerdos y siento muy especialmente que hoy no puedas estar entre nosotros.
Al otro lado del muro, te sentí padre, compartí tu ssilencio con otros muchos silencios, que también se fueron para siempre,tus amigos, tus vecinos, tus padres...mis abuelos.
Tal vez, por eso, padre, porque hoy es tu cumpleaños y no puedo felicitarte, porque hoy he vuelto a pasar por aquél camino verde que se perdía por el valle y que nos conducía, a ti y a mí, en soledad, a la ermita, tal vez porque he visto cómo se ha secado la fuente y cómo, de pena, lloraban las margaritas, por todo eso, padre, me he puesto a rezar.
