fíjate en esa hoja marchita.
crujirá bajo tus pies si la pisas.
pero antes detente y empápate de sabiduría:
no confundas a la mujer con el objeto.
cometerías un gran error.
tratarla como tal, no hay definición para tal ignominia.
Foto de Chema Madoz
posted by Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) at 4:21 PM
7 Comments:
Marchita y sabia, abandonada, perdida....como la vida misma!!
Si confundiera la mujer con el objeto, no sería yo, verdaderamente no hay definición.
Glauca, algunos llegan a tragarse, sin saborearlas, las margaritas.
¿Recuedas aquéllo de...margaritas a los cerdos...?
Pues eso.
Ignacio. Tú eres un caballero. Desde lejos se detecta esa cualidad.
¿Como puede un bestia pisar algo que se mueve con el viento?
Lo mismo con un hombre que no sepa tratar a una dama, si se le acerca lo suficiente a su corazon de hoja de otoño es porque esta lo dejo llegar alli, y si la pisa es pq ella lo puso a el por encima de lo que vale...entonces...no siempre es culpa de quienes lastiman, no siempre saben cortar una rosa sin lastimarse con las espeinas, cuantimenos tratar a una mujer sensible como tal...besos
Tú lo has dicho....los cerdos!
Besos
Também por aqui se sente o Outono. Ai, ai! Beijo, bom fim-de-semana.
uma secreta mensagem vinda com o vento...
os pés, o ruido...
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